El diagnóstico de cualquier tipo de trastorno de un hijo es un acontecimiento que altera el funcionamiento de la familia, siendo necesaria algunas veces la orientación y/o terapia familiar debido al enfrentamiento ante situaciones estresantes que pueden tener repercusión a nivel individual, conyugal o familiar.  De la misma forma diversos acontecimientos sobrevenidos de carácter menos grave pero no menos importantes precisan orientación familiar por el carácter novedoso y por tanto con muchas carencias informativas.

Parte de nuestra labor también consiste en la orientación vocacional y profesional, cuyo objetivo es guiar al individuo a su plena socialización, a través de un proceso psicológico a nivel afectivo, cognitivo y comportamental, en una situación de incertidumbre respecto a ciertas situaciones en las que debe elegir, tomando una decisión.

La orientación en este sentido es importante ya que en los procesos de decisión vocacional influyen diversas variables tanto personales como socio-familiares.